Hay un recorrido eclesiástico. Por 30 soles (10 dolares aprox) que permite recorrer Catedral, Museo del Arzobispado, Templo de San Blas, entre otros. Dura 30 dias para visitarlas e incluye audioguìas. No está permitido sacar fotos.
Algunas perlas: pueden verse las obras de los artistas cusqueños que pintaban la imagenes cristianas para evangelizar, con algunos detalles que se permitìan “colar” como la ùltima cena con comidas típicas de acá como el cuy (Catedral), hojas de coca bajo las imágenes de la virgen, frutas tipicas como barbas de demonios esculpidos en los pùlpitos (San blas)
foto de turismouniversal.com
El Templo de San Blas y la Catedral tienen Cristos negros, uno de ellos es el Cristo de los terremotos y el otro es de la agonía, articulado, para poder bajarlo en procesión y que entre en su caja el viernes santo.
En algunas pinturas (en el Arzobispado) el demonio tiene la cara de los enemigos del que pagaba la pintura. Al enterarse, el demonizado mandaba a pintar uno con la cara del otro y así, una especie de telenovela del siglo XVII.
(No encontré fotos de esas obras)
La catedral, presenta la primera Cruz que llegó a America, y está, al igual que las otras, construida sobre antiguos lugares sagrados incas y con las piedras sacadas de Sacsayhuamán, un lugar ritual inca.
A mediados del 1600 hubo un terremoto que destruyò la ciudad, hay pinturas que retratan la historia en la catedral y un fresco de la virgen pintada en la pared que aùn sobrevive en la primera iglesia construida aquí, en San Blas.
Catedral en la Plaza de Armas
Catedral en la Plaza de Armas
Altares laminados en oro, de retorcido barroco y las imágenes de las vírgenes, muy triangulares en la mayoría de los casos presumiblemente representando al montaña, ya que ninguna pintura tiene paisajes andinos. Hay dos pinturas de la Virgen sosteniendo al niño de manera muy arropada, y casi colgando, como llevan a los chicos acá.
En algunas pinturas, al pie, estàn los retratos de quienes pagaron las pinturas o mandaron a hacer. No sólo son españoles, hay una princesa inca con su atuendo típico y su nieto español.
Museo del Arzobispado
La tríada: el padre, el hijo y el espiritu santo está representada por tres caras iguales, cosa prohibida en Europa, pero válida acá para poder explicar mejor el concepto.
Otra mezcla rara se ve en una colección de pinturas bíblicas que encima tiene los símbolos de los signos sodiacales. Esto responde a que, en su momento, la iglesia intentó unir la fé a la astrología para demostrar que sólo el todopoderoso podía haber creado ese sistema estelar.
Hoy por hoy esa mezcla de creencias se ve en las procesiones, por un lado toman toda la noche previa y durante el santo (tienen muchos) relacionado a las ceremonias tradicionales de ofrenda de comida y bebida. Por otro lado las procesiones se parecen al carnaval, con larguísimas colas, como si fueran murgas y bandas increíbles de percusión y vientos.
Fiesta de San Sebastián
La iglesia de San Blas es pequeña, pero una de las más veneradas. Las pinturas muestras sus milagros, uno de ellos el de salvar a un niño atragantado con una espina de pescado, de ahì que se convierta en el santo de los otorrinonaringólogos.
En la catedral se puede ver la primera cruz que llegó a América y el símbolo de sacrificio que recorre toda la ciudad que es un pelícano que se está hiriendo a sí mismo, para alimentar a sus crías.
Foto Daniel Giannoni
En varias pinturas se puede ver la sangre de cristo convertida en fuente, saliendo como chorro de agua, alimentando jardines que tienen los atributos de la virgen, una de ellas en el convento de San Francisco de Asís.
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